Los productos locales son más respetuosos con el medio ambiente

Al comprar frutas, verduras o aves, apuesta por productos locales y de temporada, que requieren poco (o ningún) transporte para llegar a tu cocina. Limón, melón, espárragos, cordero, queso de cabra: según donde te encuentres, seguro que encuentras deliciosas especialidades locales para incluir en tu menú. Recuerda también que para reducir tu huella ecológica lo ideal es apostar por productos crudos, que necesitan poco o ningún envasado. Una cocina ecológica es ante todo una cocina que utiliza los productos tal como son, de forma natural y poco o nada procesados.

Son más baratos

Las frutas, verduras y otros productos locales suelen ser menos caros cuando se cultivan o producen cerca del punto de venta. Lo mejor es comprarlos directamente al productor. Esto ahorra costes de transporte por camión (o peor aún, por avión), que se repercuten automáticamente en el precio por kilo.

Son más frescos

Los productos locales no viajan largas horas o días. Siempre son más frescos que los que proceden del otro lado de Europa o del mundo y, por tanto, más sabrosos. ¡Las frutas y verduras recién recogidas están en tus manos!

Apoyan la economía local

Por último, comprar productos locales, cuando sea posible, directamente del productor, es una excelente manera de apoyar a los productores locales y contribuir a la valorización de su trabajo, así como a una remuneración más justa. Cuando compras productos de tu zona te conviertes en partícipe del cambio hacia una economía más justa y ecológica. Un buen plan en perspectiva.

El auge del picoteo

El picoteo tiene el viento a favor. Por ejemplo, aunque en Francia las comidas principales (desayuno, comida y cena) siguen siendo la norma, el picoteo se va imponiendo poco a poco, sobre todo a mitad del día. Con el teletrabajo y unos ritmos cada vez más frenéticos, muchas personas buscan una alternativa rápida a la comida de verdad, sobre todo a la hora del almuerzo, con la comodidad y la rapidez como motivos claves. Los bocadillos, hamburguesas, pizzas y tacos para llevar tienen un brillante futuro por delante. También debería aumentar la oferta del picoteo sano, ya que “la alimentación como medicina” es una tendencia con más adeptos que nunca.

Más natural y vegetal

Una dieta adecuada para una buena salud es un concepto del que no terminamos de hablar. En 2035, por lo tanto, es una apuesta segura que la tendencia será más relevante que nunca, con una oferta cada vez más amplia y rica de platos saludables y equilibrados. Las plantas también estarán en el punto de mira, con productos de origen vegetal como alternativas ecológicas y saludables a las proteínas animales. También continúa aumentando el consumo locávoro, así como la nutrición personalizada y productos alimenticios que responden a necesidades o patologías particulares.

Hacia un aumento del reparto

Se estima que el reparto de comida se intensifique en los próximos años. Ello conllevaría la evolución de la comida servida directamente en la oficina o en el hogar y, con esta tendencia, el reparto con drones y vehículos autónomos. El mundo del reparto también podría asociarse al mundo de la suscripción, con ofertas que permitirán a los clientes disfrutar de ventajas comerciales y nuevas experiencias como abonados.

Fuente: Estudio de 2022 de Food Watch

Son ricas en nutrientes

Las frutas y verduras contienen abundantes vitaminas esenciales para estar en forma, como la vitamina C, que es antiinfecciosa y antioxidante. También son ricas en carotenoides, vitamina E, polifenoles y minerales. ¡Por eso es esencial consumirlas todos los días y a todas las edades!

Están llenas de agua

Las frutas y verduras también son ricas en agua que, junto con el agua que bebemos, contribuye a una buena hidratación del organismo. Su riqueza en agua también contribuye a reducir su aporte calórico, por lo que son naturalmente bajas en calorías.

Contienen fibra

La mayoría de las frutas y verduras tienen un alto contenido en fibra. La fibra es esencial para una dieta equilibrada: favorece un tránsito intestinal adecuado y ayuda a no picar entre horas porque aumenta la saciedad. Una dieta rica en fibra también contribuye a prevenir la aparición de la diabetes y ayuda a controlar el azúcar en sangre porque limita la absorción de azúcares por el organismo. Los campeones de la fibra son los puerros, las ciruelas pasas y los tallos de apio.

Ayudan a mantener un buen equilibrio ácido-base

El consumo diario de frutas y verduras ayuda a mantener el equilibrio ácido-base del organismo. Las plantas son alcalinas: favorecen el mantenimiento de un pH en nuestro organismo (idealmente entre 7 y 7,5) y ello evita que nuestro cuerpo tenga una carga demasiado ácida, que ocasiona enfermedades y trastornos (dolores articulares crónicos, fatiga, osteoporosis, problemas de piel…).

La idea correcta: apuesta por las frutas y verduras crudas

Las frutas y verduras son especialmente inestables: la cocción altera su calidad nutricional. Para beneficiarse de todas las cualidades de las frutas y verduras, lo ideal es consumirlas crudas, porque gran parte de las vitaminas se destruyen durante la cocción. Por ejemplo, puedes prepararlas ralladas o picadas, en ensalada o en zumo. Por lo demás, la forma más delicada de cocinarlas es al vapor, que conserva mejor el potencial vitamínico de las verduras frescas. La cocción rápida en wok también favorece la conservación de los micronutrientes.

Además, para disfrutar de los beneficios de las plantas se recomienda consumirlas pronto después de comprarlas: el aire, la luz o una estancia prolongada en el frigorífico pueden hacer que pierdan parte de sus vitaminas. Por último, conservar las frutas y verduras es importante para preservar los nutrientes. Envasar al vacío las verduras cortadas es una excelente opción.

Haz listas exactas

Antes de comprar los ingredientes necesarios para tu menú, anota una lista exacta de lo que necesitas, con lo esencial. Procura que sean notas concretas para evitar compras innecesarias. Por último, comprueba tus existencias.

Anota las cantidades que necesitas

Si necesitas 2 kg de zanahorias y 3 kg de pechugas de pollo, no tienes por qué adquirir más. Cuando llegue el momento de abastecerte, compra exactamente lo que necesites. El objetivo es controlar mejor tus gastos y evitar que los alimentos en el refrigerador terminen (casi inevitablemente) en la basura después de varios días. Procura también comprar a granel cuando sea posible, para adquirir la cantidad adecuada.

Aprovecha las hojas y ramas de las verduras

¡No tires las ramas de las zanahorias ni las hojas de los puerros! Guárdalos para preparar deliciosos platos antidesperdicio. Por ejemplo, añade las puntas a una velouté o los tallos de las cebollas nuevas a una tortilla. Las peladuras también se pueden freír.

Recicla las sobras

¿Te quedan restos de carne? ¿Por qué no la trituras? Puedes preparar albóndigas o tomates rellenos en unos minutos. Las verduras y frutas sobrantes pueden añadirse a un pastel o una tarta, una solución perfecta para evitar desperdicios. No te olvides de las salsas con coulis de verduras. En cuanto a los restos de queso, son ideales para un suflé, sobre tostadas gratinadas al horno, en tartaletas de hojaldre, para fondue o para una quiche. ¡Tú eliges!

*Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. www.fao.org

Manzanas

Reinetas, golden, Granny Smith… Hay cientos de variedades distintas de manzanas, cada una con un sabor muy particular. Elígelas firmes, con la piel lisa y brillante, no marchitas ni blandas. Las manzanas se pueden usar crudas para hacer zumos (con un exprimidor) o cortar en cubitos e añadir a una ensalada de frutas o un pastel. También están deliciosas enteras al horno con mantequilla, ginebra, azúcar, mermelada o coco rallado y almendras rebanadas.

Limones

Con su penetrante sabor ácido, el limón no tiene rival para potenciar el sabor del pescado y las macedonias de frutas. Su zumo también puede utilizarse para adobar pescado, hacer carpaccios, filetes tártaros y similares. También puedes confitarlo, añadirlo en una receta de tayín, utilizar solo la ralladura o exprimirlo para hacer una tarta de merengue de limón.  Por último, úsalo para que no se oscurezcan las frutas, como manzanas, peras, plátanos, aguacates: unas gotas sobre la fruta cortada evitarán la oxidación.

Peras

¡Las deliciosas peras con sus inimitables fragancias! Elígelas firmes, pero no las eches a la basura si empiezan a estropearse. Aprovéchalas cortándolas en cuartos para hacer papillotes con frutos rojos y una rama de canela. ¿Y por qué no peras asadas con especias? También nos encantan las peras en una charlota, con chocolate o en una tarta salada con gorgonzola.

Kiwis

Jugosos y dulces con su toque ácido, los kiwis son perfectos para batidos, zumos, tartas de frutas de invierno o coloridas ensaladas de frutas. También son estupendos para preparar ensaladas vitaminadas: por ejemplo, hacen maravillas con un carpaccio de salmón o una ensalada de pollo. Su sabor se presta a multitud de aplicaciones originales.

Naranjas

Elige piezas firmes con piel lisa y brillante. Entre las recetas estrella tenemos: ensalada de naranja con canela, savarín o suflé al Grand Marnier. Además, la cáscara puede estar deliciosa en organillos, bañada en chocolate negro o envuelta en azúcar cristal. Prefiere las naranjas ecológicas para evitar la ingestión de productos químicos pulverizados en la superficie. Por último, piensa en el sabor a la vez dulce y salado de platos con sabores exóticos, como el pato o las vieiras a la naranja.

Puerros

Los puerros pueden utilizarse en muchas preparaciones. Rebanados y cocidos al vapor son fáciles de integrar en un pastel, por ejemplo con pescado ahumado o en una quiche. Los puerros también combinan perfectamente con las aves. Por último, puedes utilizarlos para acompañar bricks y empanadas o dentro de tortillas o crumbles.

Endivias

Perfectas en ensaladas, las endivias también se pueden comer en sopas o gratinadas. Recuerda que no es necesario lavarlas, porque durante su cultivo no están en contacto con la tierra. Basta con quitar las primeras hojas y cortar la base: así quedan listas para cocinarse o prepararse. Para que resulten más suaves, retira la parte central más amarga.

Calabazas

Hay distintos tipos de calabazas. Entre las más comunes están la amarilla grande de París, la roja brillante de Étampes de carne anaranjada o la calabaza de carne dulce con sabor a castaña. Las calabazas combinan bien con especias como la canela o la nuez moscada. Al igual que las zanahorias, las deliciosas calabazas pueden utilizarse para preparar pasteles, gratinados o cremas.

Un sector en auge

En un contexto que nos deja poco tiempo para cocinar a diario, el reparto de comidas tiene un brillante futuro por delante. Muchos restauradores subcontratan su sistema de reparto a plataformas de reparto de terceros, como Uber Eats, aunque algunos crean su propio servicio en su sitio web. Según un estudio realizado por Statista, el volumen del mercado de reparto de comida en línea crecerá un 6,36 % anual de media hasta 2024 y representará para entonces más de 182.000 millones de dólares en todo el mundo.

Nichos prometedores

Parece que a varios ámbitos concretos les irá bien en los próximos años, como el desayuno, una franja del día con un potencial importante, ya que solo este nicho representa el 15 % de los repartos por hora. Otros nichos interesantes: el reparto de pequeños platos de alta gama. En París, Deliveroo ya ha colaborado con éxito con chefs con estrellas Michelin, como Hélène Darroze y Amandine Chaignot. Uber Eats ofrece platos de Marc Veyrat y Anne-Sophie Pic. Una auténtica pequeña revolución en el mundo del lujo. Las comidas preparadas a domicilio parecen tener éxito siempre: por ejemplo, Hello Fresh permite preparar la comida en unos treinta minutos, gracias al reparto a domicilio de una caja que contiene la cantidad adecuada de ingredientes. Sin embargo, el posicionamiento en estos sectores aún es complicado, porque los principales actores ya están presentes en el mercado.

* Fuente Statista